1930-2014: La sinrazón de la sinrazón o de volar a enterrarse

El economista entrerriano Rafael Cuello, profesor de las universidades Católica de Entre Ríos, Nacional de San Martín (Buenos Aires) y Nacional del Litoral (Santa Fe), batalla desde hace tiempo, blandiendo su necesidad de hacer realidad el sueño de Juan Bautista Alberdi: un sistema tributario de base territorial tal como se aplica en USA. En función de eso, junto a algunas personas que creen en una reforma tributaria semejante, ha nacido una fundación con la idea de difundir una idea que es bien federal. En este texto él propone un debate sobre sucesos acontecidos en los albores del siglo pasado que, sin embargo, aunque poco difundidos, nos marcaron de manera tal que serían el fundamento de todo lo que nos ha ocurrido a los argentinos a partir de ese trascendental momento histórico.

por RAFAEL CUELLO

Argentina está en lo que en aeronáutica conocen como "pérdida por comandos cruzados".

La aeronave rompe su forma aerodinámica quedando sin sustentación en el aire y cae como piedra arrojada al viento.

Si la maniobra es voluntaria obedece a una táctica de vuelo, si no, es un accidente fatal en la mayoría de los casos.

Desde 1930 fuimos perdiendo violentamente altura en calidad de vida, nivel educativo, salud pública, seguridad ciudadana, sistema productivo y su conexo sistema financiero.

Nuestra nación comenzó a reducir su salud republicana, y con ello su vuelo, el 10/09/1930 cuando, cuatro días después de la sedición del 06/09/1930, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, legaliza al grupo de facinerosos encaramados en el Poder Ejecutivo, permitiéndoles realizar actos de gobierno como si fuera un régimen de derecho.

Entre otras funciones, en nuestra república, el Poder Judicial está para poner un límite pacífico al Poder Ejecutivo protegiendo al ciudadano de cualquier exceso administrativo del gobernante de turno.

Sin embargo, su presidente de entonces, José Figueroa Alcorta (José María Cornelio del Corazón de Jesús Figueroa Alcorta), sus integrantes Roberto Repetto, Ricardo Guido Lavalle, Antonio Sagarna (entrerriano de Paraná), y el procurador general Horacio Rodríguez Larreta, en la funesta acordada del 10/09/1930 fallaron a favor del poderoso, concibiendo que quien ejerce el poder es quien genera derecho. A más poder detentado más derecho puede crear.

Esta atrocidad intelectual nos retornó a cuando el más fuerte se impone al débil creando, entonces, la primera institución social que la humanidad consintió que es "la esclavitud" (aún sin lenguaje común, bastante Antes de Cristo).

Bajo este paradigma el orden social lo establece el más fuerte en función de sus propias necesidades.

Es el orden animal en que los sujetos eran personas si tenían fuerza o poder. De lo contrario solo eran esclavos o sometidos (del latín submisit), es decir, un semoviente más como una vaca o un caballo con la ventaja que, bien adiestrado, puede hablar y entender lo que se le ordenaba hacer.

La evolución política que trajo la creación del instrumento social "república" ayudó inmensamente a limitar aquel arcaico modo de convivencia colectiva que hacía de la esclavitud algo aceptado en general y promovido por los poderosos.

Pero este nuevo instrumento, para que funcione adecuadamente a la necesidad de ser iguales ante la ley, depende absolutamente del Poder Judicial que se transforma en la piedra angular que sostiene toda esta construcción social.

Si no hay Poder Judicial (tanto en su independencia como en su fortaleza de hacer cumplir sentencias aún en contra de los otros poderes) NO HAY REPUBLICA!

Desde que la justicia, como poder y valor republicano, se extinguió el 10/09/1930, en Argentina, ninguna universidad, partido o entidad intermedia intentó seriamente replantear los argumentos del fallo del 10/09/1930. Por el contrario, esas instituciones avanzaron rápidamente otorgándole más y mejores elementos jurídicos y económicos para que el gobernante ejerza y amplíe su poder en todo lo que fuera posible.

Entendamos, desde allí cada gobierno avanzó sobre nuestra calidad de ciudadano de esta patria, invistiendo al gobernante, de facto o de jure, de más instrumentos jurídicos y económicos que le posibilitan disponer del esfuerzo colectivo con mayor discrecionalidad, sin tener que rendir cuenta a nadie y aplicando los recursos de todos en lo que él y sus cortesanos dispongan, sin mirar nuestras necesidades.

El huevo de la serpiente anidó en la década del 30 al 40 donde todos los negociados en contra de la Nación Argentina fueron posibles y se establecieron los mecanismos de destrucción de nuestra identidad como República Representativa Federal (artículo 1 de nuestra Constitución Nacional).

Por prelación e importancia el mayor de esos desgraciados dispositivos es la acordada mencionada.

Luego, con su perspectiva que el poderoso genera derecho, posibilitó que el ministro de economía del autócrata salteño José Félix Uriburu, Enrique Uriburo, conciba un artilugio que permite al gobierno nacional cobrar impuestos directos al consumo en las provincias (como arancel aduanero interno). Además lo administra el mismo gobierno central para cubrir su déficit (conocido como Régimen de Coparticipación Federal de Impuestos).

Sin necesitar acuerdo constitucional avanza sobre las potestades no delegadas de las provincias al gobierno nacional. Este mecanismo era de emergencia y caducaba el 31/12/1934.

Así dispuso de los impuestos internos al consumo (que dejan de ser manejados por las provincias) y el impuesto a los réditos (creado como novedad moderna para ser parte de la coparticipación) Este último nunca recaudó pero sirve como argumento para sostener el impuesto a los consumos que, proporcionalmente, incide más en las personas de menores ingresos y mayor consumo relativo.

Luego los intelectuales jurídicos y económicos abastecieron de normas que ahogaron al ciudadano en un mar de directivas fiscales tan ridículas (pero con fuerza de ley) que para no delinquir solo puede quedarse quieto y no desarrollar ninguna actividad so pena, si no está protegido por algún poderoso funcionario, de ser sometido a un "fuero penal tributario" (único país con esta instancia autónoma del funcionario fiscal del Poder Ejecutivo).

Los ministros de economía desde el 06/09/1930 al 04/06/1946 fueron: Enrique S. Pérez, Enrique Uriburu, Alberto Hueyo, Federico Pinedo, Roberto M. Ortiz, Carlos Alberto Acevedo, Pedro Groppo, Jorge A. Santamarina, César Ameghino, Ceferino Alonsa Yrigoyen, Armando Gerardo Antille y Amaro Avalos. Todos ellos, formaron parte de esos gobiernos corruptos.

De ellos, el más trascendente fue Federico Pinedo
, que aplicó y desarrolló mecanismos inéditos de intervención del gobierno en el orden económico. Algunos copiados de EEUU pero, la gran diferencia, es que allí surgían luego de un trámite legislativo efectuado por los representantes que esa nación eligió. Aquí salían del capricho de la birome de un intelectual que contaba con el beneplácito del poderoso de turno para que ello se ejecute bajo la forma de un decreto de necesidad y emergencia o por ley nacida de un parlamento integrado en el fraude patriótico de 1931 o 1937.

Otros de esa calaña intelectual fueron Ernesto Mauricio Bosch Peña, primer presidente del BCRA y Raúl Federico Prebisch Linares su primer gerente general.

Aquel régimen de coparticipación que administra los impuestos internos a los consumos e impuesto a los réditos, sigue vigente. La administración central concentra poder financiero usando estas discrecionales cargas tributarias.

Sepamos que el mayor poder del gobierno central acarrea la desaparición de la personalidad política de los Estados provinciales concomitantemente al cambio de nuestra categoría de ciudadano a súbdito, sometido a los caprichos del mandamás de turno y su corte de soberbios funcionarios, insaciables a la hora de llenarse de beneficios con el esfuerzo de todos los que anhelamos vivir y trabajar en paz.

Desde 1930 pasamos por todos los ribetes intelectuales a saber, entre otros: liberal, intervencionista, conservador, progresista, socialista, populista, de izquierda o derecha, estructuralista o monetarista, radical, peronista, de facto o democráticos, estatista o privatista.

Eliminada la República, Representativa y Federal el 10/09/1930, el resultado de aplicar estas "geniales fórmulas mágicas"; en un ámbito donde el Poder Judicial es funcional al gobierno, olvidando su esencia para construir república, transformando al ciudadano (el soberano de la república) en un paria sin derecho si no forma parte del poder imperante en un momento dado, y a las provincias; poseedoras de la soberanía original que posibilitó la creación de la República Argentina (ente creado) a quién se delegó parte de esas potestades; en simples oficinas administrativas a la orden del gobierno nacional; puedo verlo si comparo 1960, cuando éramos 20 millones de habitantes, aún con excelente educación y salud pública, con presencia de pobres, pero ningún excluido, donde el trabajo era un valor muy alto y deseado para la inmensa mayoría.

A hoy, que somos 43 millones con 20 millones de excluidos (igual población que en 1960) que están bajo la línea de pobreza, con salario insuficiente o desocupados, y el servicio de educación y salud pública inexistente si lo comparamos con los que entonces nos prodigábamos.

Cada vez somos más, más pobres y más ignorantes. Donde el que trabaja, como dijo Discépolo, es un gil. Porque ahora percibimos el trabajo como castigo y condena por no pertenecer a la elite gobernante o de poder. Qué lástima.

Ahora no volamos más, estamos en tierra.

Lo que pasa es que alguien de nosotros descubrió una pala y desde entonces comenzamos a cavar sin medida. Ya no volamos pero nos enterramos cada vez más. Qué pena por mi Argentina. Quisiera poder ayudar a mis hermanos que vean lo evidente. La escalera no se barre de abajo para arriba sino de arriba para abajo. Con todo respeto, para saber eso no es necesario ser físico nuclear ni PHD en el MIT. Solo sentido común, como lo tiene y respeta la sociedad que quiere preservarse y trascender los tiempos para sus descendientes.

En fin, otra crisis en el horizonte. Somos un Titanic que denodadamente choca contra todo para hundirse. Seguimos buscando otro iceberg. Los mismos que nos destrozaron ayer, hoy vienen a dar cátedra de buen hacer.

¿Seguiremos escuchando cantos de sirenas (las mismas de siempre) que otra vez nos llevan a chocar?, ¿Somos ignorantes o cómplices?, ¿Nos podremos despertar del letargo y comprobar que en nuestras manos está el rumbo que le demos a nuestra vida y a nuestra Nación?, ¿A alguien le importa? A mi sí.

Tal como Lennon, sueño que quizás exista otro y tal vez seamos dos.

 

 

 

 

 

 



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