- Me descriminan, no me dejaban salir, me investigaban todo el tiempo, ¡pero no sé por qué, si yo soy boina persona..!. ¡Por fin se dieron cointa...!.
El día de la partida, en el mostrador de aduana, un oficial ruso revisaba el equipaje del tío Boris y de repente abre un paquete y pregunta:
- ¡¿Qué es esto?¡. -
Perdón -dice Boris-, usted debe preguntar: ¿Quién es éste?. Éste es un busto del camarada Stalin, nuestro querido ideólogo y gran dirigente del partido. Y me lo llevo para nunca olvidarme de él.
- La verdad -dice el guardia-, yo pensaba diferente de los judíos, pero por este acto me veo obligado a felicitarlo. Pase, pase.
El feter (tío en idish) Boris llega a Tel Aviv, y cuando lo revisan en la aduana, el oficial israelí abre un paquete y le pregunta:
- ¿Qué es esto?.
- Perdón -dice Boris-, usted debe preguntar: ¿Quién es este?. Éste es el maldito dictador antisemita Stalin, por el que sufrimos tantas desgracias y miserias. Traigo este busto para no olvidarme de su rostro y enseñarles a los jóvenes quién nos hizo sufrir tanto día tras día.
- Bueno señor cálmese -le dice el guardia-. No tiene de qué temer, ya está aquí, ya todo pasó. Pase, pase que lo espera su familia.
El tío Boris es recibido con gran alegría por sus hermanos, sobrinos y toda la mishpuje. Van todos al kibutz donde habían preparado una gran comida para recibirlo. Cuando llegan a la casa le dice un sobrino:
- Tío ve primero a tu habitación a dejar tus cosas y refréscate, que te esperamos aquí -y señalando al más pequeño de sus hijos le indica-: Uri, acompaña al tío a su cuarto y ayúdalo con sus cosas.
Se dirigen a la habitación y cuando Boris desarma la valija coloca el busto sobre la cama, entonces el pequeño Uri pregunta:
- Tío Boris ¿Quién es ese?.
- Perdón -dice Boris-, tú debes preguntar: ¿Qué es eso?...y eso, querido Uri, son...
¡¡¡CINCO KILOS DE ORO PURO, QUE BOINOS MUCHACHOS DE ADUANAS DE RUSIA E ISRAEL...,
ME DAJARON PASAR SIN PROBLEMAS!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario