(cOsAsDiveRTIdAs:227865) Origenes de algunas frases tradicionales


Orígenes de algunas frases tradicionales

El que se fue a Sevilla, perdió su silla

Es un llamado a no descuidarse, porque se corre el riesgo de perder una posición social o un bien.
Se cuenta que en tiempos de la reina Isabel la Católica, el obispo de Sevilla don Alfonso de Fonseca debió viajar a Galicia para resolver temas de la Corona española. Dejó en el cargo a un sobrino, pero cuando el obispo Fonseca regresó de su viaje, éste se negó a devolvérselo. La frase original sería "el que se fue de Sevilla, perdió su silla".


Dar gato por liebre

Engaño malicioso por el que se da alguna cosa de inferior calidad, bajo la apariencia de legitimidad.
Si hay algo que ha mantenido la tradición con el paso de los siglos, es, sin duda, la mala fama de las posadas, hosterías y fondas, respecto de la calidad de sus comidas. La literatura universal está llena de alusiones, muchas de ellas irónicas, acerca del valor de los alimentos ofrecidos en ellas. Y era tanto el descrédito de estos lugares, que llegó a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la degustación, en el que aquellos, parados frente a la carne recién asada, recitaban: "Si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta al plato". Por supuesto, este "exorcismo" nunca sirvió para demostrar la veracidad de la fama de la posada, pero dio origen a la expresión dar gato por liebre, que con el tiempo se incorporó al lenguaje popular.


Las paredes oyen

Es un modismo que proviene de Francia, del tiempo de las persecuciones contra los hugonotes que culmino en la histórica "Noche de San Bartolomé" o "Noche de los cuchillos largos", episodio sangriento de las luchas religiosas que asolaron Francia en la segunda mitad del siglo XVI. El hecho fue promovido por Catalina de Médicis, quien instigo a los católicos a llevar a cabo una matanza de hugonotes (seguidores de Calvino).
Según los historiadores, en aquellos tiempos, la reina Catalina de Médicis mandó a construir, en las paredes de sus palacios, conductos acústicos dentro de las paredes que permitían oír lo que se hablaba en las distintas habitaciones, para así poder controlar cualquier conspiración en su contra.


Viva la Pepa!

La historia nos cuenta que la primera constitución española fue jurada en la ciudad de Cádiz en el año 1812. Pero dos años después, cuando se reestableció el absolutismo, el Rey Fernando VII la abolió, ayudado en gran medida por los Cien Mil Hijos de San Luis, nombre dado al ejército francés comandado por el Duque de Angulema.
Pero la abolición de la carta Magna no solo suspendió su vigencia, sino que quedó terminantemente prohibida la sola mención de su nombre, por lo que los liberales no podían utilizar su tradicional grito "Viva la Constitución!"
Lejos de someterse a esa medida arbitraria, los partidarios de la constitución encontraron la forma de referirse a ella, sin necesidad de mencionarla: como había sido promulgada el día 19 de Marzo (festividad de San José), la bautizaron LA PEPA y así fue como surgió el grito "Viva la Pepa" para reemplazar el grito "Viva la constitución", considerado entonces subversivo.
Por supuesto, con el correr del tiempo la expresión habría de perder toda intención política.


Tirar manteca al techo

La expresión data de la época en que la Argentina era un país privilegiado por su riqueza, especialmente por la ganadería. La manteca es un de los muchos productos derivados de la leche y representaba un símbolo de riqueza por los inmigrantes de una Europa sumida en guerra y hambre.
En Buenos Aires, las patotas de pitucos o también conocidos como chicos bien (hombres de alta sociedad, mataban su aburrimiento en los cabarets de moda. Al llegar la madrugada, después de haber consumido unas cuantas botellas de champán, la diversión favorita consistía en colocar los pancitos de manteca que habían sobrado de la cena en la punta de algún cubierto, que hacia de catapulta, y tirarlos hacia el techo. Ganaba quien dejaba mayor cantidad de cuadraditos de manteca pegados en el cielo raso.
En la actualidad la frase se utiliza para referirse al derroche de cualquier cosa.


Chivo expiatorio

Este dicho proviene de una práctica ritual de los antiguos judíos, por la que el Gran Sacerdote, purificado y vestido de blanco para la celebración del Día de la Expiación ("purificación de las culpas por medio de un sacrificio" elegía dos machos cabríos, echaba a suerte el sacrificio de uno, en nombre del pueblo de Israel y ponía las manos sobre la cabeza del animal elegido -llamado el Azazel- al que se le imputaban todos los pecados y abominaciones del pueblo israelita. Luego de esta ceremonia, el macho sobreviviente era devuelto al campo por un acólito y abandonado a su suerte, en el valle de Tofet, donde la gente lo perseguía entre gritos, insultos y pedradas. Por extensión, la expresión "ser el chivo expiatorio" adquirió entre nosotros el valor de hacer caer una culpa colectiva sobre alguien en particular, aun cuando no siempre éste haya sido el responsable de tal falta.


Pagar el pato

Pagar o asumir con culpa de algo.
En la locución "pagar el pato", "pato" no hace referencia al ave palmípeda, sino que es la pronunciación antigua de la palabra "pacto".
Con esta expresión se "justificaban" en la Edad Media las acciones contra la población judía de los reinos españoles, ya que si éstos tenían un "pacto" con Dios (como dice el Antiguo Testamento), se consideraba que los sufrimientos que les infligiesen los cristianos de la época eran una justa contrapartida. Los judíos fueron expulsados de España en 1492 y la frase dejó de tener "sentido", pero se conservó en la memoria popular con el significado actual. y con la pronunciación antigua de la palabra "pacto", como "pato".


Poner en tela de juicio

En el antiguo Derecho Procesal, poner en tela de juicios significaba que un caso estaba pendiente de averiguaciones previas para formar un asunto o resolverlo.
En la expresión, la voz latina "tela" que significa empalizada, se usa con el significado de palestra, lugar cerrado para celebrar en él debates o discusiones. Dicho esto, la expresión "poner en tela de juicio", se dice cuando tenemos dudas acerca de la certeza, legalidad o éxito de una cosa.


Poner las manos en el fuego

La procedencia de este dicho, que se utiliza para manifestar el respaldo total a alguien o algo, se remonta a la época en la que se practicaba el llamado juicio de Dios. También conocida como Ordalía, ésta era una institución jurídica que dictaminaba, atendiendo a supuestos mandatos divinos, la inocencia o culpabilidad de una persona o una cosa, acusada de quebrantar las normas establecidas o cometer un pecado. Esta costumbre pagana se ejecutaba de formas muy diversas. No obstante, casi todas consistían en pruebas de fuego (sujetar hierros candentes, introducir las manos en la lumbre); si la persona salía de la prueba con pocas quemaduras, significaba que Dios la consideraba inocente y, por lo tanto, no tenía que recibir ningún castigo.


Meterse en camisa de once varas

La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros).
La expresión "meterse en camisa de once varas" se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.


Hay gato encerrado

Se dice cuando queremos afirmar que hay una causa o razón oculta. Era habitual durante el Siglo de Oro español la utilización de bolsas para guardar el dinero hechas con piel de gato y se les llegó a llamar popularmente con tal nombre. Siendo "gatos" que encerraban riquezas desconocidas.


Dormirse en los laureles

Antiguamente, a los poetas, emperadores y generales victoriosos, se les coronaba con guirnaldas confeccionadas con hojas de laurel. Pero si después de haber conseguido el triunfo y el reconocimiento general con la corona de laurel, la persona dejaba de trabajar y esforzarse se decía que se "dormía en los laureles".


A ojo de buen cubero

Esta expresión se emplea normalmente para decir que una cosa está hecha sin medida. Antiguamente, en los diferentes reinos existía una total falta de reglamentación a propósito de los sistemas de medidas. La frase hace referencia a las medidas de capacidad de las cubas destinadas a contener agua, vino u otro líquido. Las cubas eran fabricadas una a una por el cubero, y su capacidad venía determinada por el reino en el que tuviera montado el negocio e incluso por las diferentes normativas de medidas dictadas por los señores feudales.


A Seguro se lo llevaron preso

La frase viene de Jaén, España, donde los delincuentes eran recluidos en el Castillo de Segura de la Sierra. Originalmente se decía "a (la prisión de) Segura se lo llevaron preso", que advertía de no robar, para no terminar en Segura. Hoy significa que nadie está libre de alguna contingencia.


No andar con chiquitas
Actuar sin contemplaciones y sin dar rodeos.

Con esta expresión nos referimos a quien, por estar decidido a llevar a cabo alguna acción, no repara en gastos ni escatima esfuerzos para su consecución.
También del que echa mano de cuanto tiene, sin importarle las consecuencias para él o los demás, con tal de salirse con la suya.
La frase tiene su origen en los juegos de naipes, en los que el término chiquitas hace referencia a las apuestas más pequeñas, en contraposición a las grandes apuestas a una sola carta, a lo grande.
Por ello, no andarse con chiquitas es sinónimo de no prestar atención a las nimiedades, a las menudencias.
También existe la frase contraria, es decir, andarse con chiquitas, aunque no goza de tanta popularidad. En este caso, se dice del que es en extremo precavido, del que anda con contemplaciones, del que usa pretextos y da rodeos con tal de esquivar o diferir las decisiones.


La carne es débil
Expresa o justifica la flaqueza humana

La frase está tomada literalmente del Evangelio, del relato de la agonía de Jesús en Getsemaní.
Ante la inminencia de su muerte, dijo Jesús a sus discípulos: "Velad y orad para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil".
En este contexto la palabra "carne" hace referencia a la naturaleza humana de Jesús.


Perder los estribos
Significa impacientarse mucho, desbarrar y obrar fuera de razón

La frase hace referencia al arnés de las caballerías. El estribo es una pieza de metal, madera o cuero, pendiente de una correa, en la que el jinete apoya el pie. Si, por un mal movimiento, al jinete se le salen los pies de los estribos, pierde la estabilidad y lo más probable es que sufra una caída.
El símil se comprende a la perfección tal como la cita Gonzalo Correas: perder los estribos de la paciencia.


Papar moscas
Estar con la boca abierta y sin hacer nada

Se dice que está papando moscas del que está distraído o absorto con la boca abierta.
Papar significa comer cosas blandas, como sopas, papas, etc. sin mascar, aunque coloquialmente se utiliza tanto papar como papear como sinónimo de llenar el papo (buche), o sea, de comer.

La expresión alude al que está distraído con la boca abierta y al hecho de que en esa posición, lo más que puede papar son moscas.

Papamoscas es el apodo con el que popularmente se conoce un famoso artilugio del siglo XVI, que marca las horas en la catedral de Burgos. Está situado en la nave de la izquierda, por encima del triforio, y representa a una figura humana de rostro grotesco y peculiar tocado, que emerge desde el talle sobre la esfera de un reloj -como se aprecia en la fotografía- y hace sonar la campana al paso de las horas, mientras abre y cierra la boca.


Estar loco como una cabra
Equivale a estar muy loco, chiflado

La comparación proviene de la actitud de las cabras o de las crías que destetaron (dejaron de mamar) y andan por los montes dando saltos y efectuando movimientos bruscos que, para el ser humano, resultan totalmente inexplicables.


El oro y el moro

Esta es una locución bastante difundida en nuestro lenguaje coloquial y, por lo general, se la usa para ponderar el precio y el aprecio (a veces, bastante exagerado) de una cosa o persona.
El origen del dicho fue un hecho de armas protagonizado por un grupo de caballeros jerezanos durante las guerras de la Reconquista. Sucedió que, durante una incursión afortunada, estos caballeros lograron capturar a unos cincuenta moros notables, entre los que se encontraban Abdalá, el alcalde de la ciudad malagueña de Ronda y un sobrino de éste, llamado Hamet. El alcalde obtuvo muy pronto su rescate, mediante el pago de una fuerte suma de dinero, pero no así los demás -ni siquiera su sobrino Hamet-, pese a los enérgicos requerimientos del propio rey Juan II de Castilla. Los caballeros -y particularmente, la esposa de uno de ellos- exigían la entrega de cien doblas (monedas castellanas de oro) por la liberación del cautivo. En virtud de esto, el rey ordenó que Hamet fuese trasladado a la Corte, pero debido al forcejeo entre el soberano y los caballeros por el cobro del rescate, la malicia del pueblo no tardó en acuñar la frase quedarse con el oro y el moro, aplicada a la aparente intención negociadora (en su favor) del rey. Con el tiempo, el dicho comenzó a aplicarse para censurar a toda persona que pretende retener más de lo que le corresponde por derecho, y así es como lo usamos en la actualidad.


Brillar por su ausencia

El origen de esta expresión irónica, que se emplea para poner de manifiesto la ausencia de una persona que en circunstancias lógicas debería estar presente, procede nada menos que de Tácito. Este historiador latino relata en sus Anales (libro III, capítulo último) los funerales de Junia y dice lo siguiente: "También falleció Junia, 64 años después de la batalla de Filipos; era sobrina de Catón, esposa de Cayo Casio y hermana de Marco Bruto. Entre el vulgo se dijeron muchas cosas acerca de su testamento, pues habiendo distinguido con sus grandes riquezas a casi todos los principales de Roma omitió al emperador. Éste no mostró resentimiento ni prohibió que alabasen a Junia en las rostras y honrasen su entierro con las solemnidades de costumbre. Delante se llevaron las imágenes de 20 familias muy ilustres: los Manlios, los Quintios y otros nombres de igual nobleza. Pero entre todos brillaban Casio y Bruto, por lo mismo que no se veían sus imágenes."
La ausencia de las imágenes de Casio y Bruto se debía a que habían sido ajusticiados por Octavio, tras la conjura que acabó con la vida de César. Por tanto, sus estampas fueron borradas de la exposición pública.

Otra hipótesis, defendida por autores españoles, sitúa el origen de la frase brillar por su ausencia en la inauguración del Teatro Real de Madrid, el 19 de noviembre de 1850. La noche del estreno sólo hubo un palco vacío, "que correspondía a una cierta duquesa, cuya ausencia en tan brillante velada fue más notada que lo hubiese sido su presencia", según cita el especialista Vicente Vega.


La suerte está echada

Para proteger a Roma de los soldados de las Galias, las leyes romanas prohibían severamente el paso del Rubicón - pequeño río que separaba a Italia de Galia Cisalpina - y consideraban "traidor a la Patria" a quien atravesara con tropas dicha via de agua. Encontrándose Julio César con ese problema (pasar por el Rubicón para marchar sobre Roma), cuenta Suetonio que se decidió al fin, exclamando: "La suerte está echada". Y la frase se repite cuando alguien toma una determinación atrevida y decisiva al acometer una empresa peligrosa.


Mostró la hilacha

Esto viene de los judíos marranos de España, que eran obligados a convertirse al catolicismo si no lo hacían ellos y sus familias eran eliminados. Muchos de estos decidían seguir con su religión en los sótanos de sus casas a escondidas, fingiendo la conversión.
Los judíos para las ceremonias en los templos utilizan una especie de chal "talit" en cuyos extremos tiene colgando unos hilos, flecos largos que se denominan "tzitzim".
Los ortodoxos, lo usan todo los días por debajo de la ropa.
Volviendo a los marranos, éstos utilizaban dichos chales por debajo de sus ropas escondiéndolos, si se le escapaba uno de esos flecos eran descubiertos en la mentira de su conversión y asesinados.
Por esto mostrar la hilacha es sinónimo de mostrar lo que en verdad sos tras la mascara que aparentás.


Ser un atorrante

Ser un vago, alguien que vive al día y sin trabajar.
Cuando se construyeron las primeras cloacas modernas en Buenos Aires, a fines del siglo XIX, se usaron enormes caños cuyo fabricante era un tal "A. Torrant". Eran el refugio elegido por los mendigos para dormir. De "atorrante" deriva el lunfardo "rante" y "rantifuso".
En su "Musa rea", Celedonio Flores admite tener "un alma rantifusa".


Rasgarse las vestiduras

Esta frase se utiliza para hablar del dolor que se siente, "desde que perdió su fortuna, se anda rasgando las vestiduras".
Esto viene de una vieja costumbre judía utilizada aún. Cuando se muere un pariente directo, hijos, padres, conyugues; en el cementerio el rabino durante la ceremonia le hace un tajito en la ropa a los deudos que luego éstos deben rasgar. En la actualidad se hace un pequeñísimo tajo en el forro de la ropa y el desgarro es muy pequeño también.
Por esta razón rasgarse las vestiduras es señal de dolor intenso.


Como turco en la neblina
Andar a los tumbos, muy desorientado

Esta frase tiene su origen en España, donde al vino en estado puro (esto es, sin agregado de agua) se le denominaba vino moro o vino turco. Entre las costumbres de la corte relacionadas con el vino y su consecuencia se encuentran las reglas establecidas por Carlos IV, que debían observarse en las tabernas de la corte y las cercanías. Entre éstas se destacan la disposición de que el vino servido a la clientela debía ser de buena calidad y puro, y la prohibición a habilitar locales que tuvieran en las cercanías pozos o mangueras con los que el vino pudiera ser aclarado con agua; lo cual explica que los hombres anduvieran pasados de copas o con una buena turca, como solía decirse en España.
La tradición popular ha transformado esta antigua frase, pero sigue siendo apropiada para el que tomó algunas copas de más y, con neblina o sin neblina, anda confundido y desorientado.


¡Andá a freir churros!

Se utiliza para echar a una persona de un lugar o apartarla del trato con desaire; cuando, hartos del fastidio que representa su presencia o sus comentarios, nos deshacemos del indeseable de manera desabrida.
Originalmente era a freír espárragos. Es una frase documentada ya en el siglo XIX. La expresión procede en última instancia del proverbio latino Citius quam asparagi coquantur, ‘en lo que tardan en cocer los espárragos’ en latín, y que hace referencia a un tiempo brevísimo, ya que el espárrago debe ser retirado del fuego al primer hervor. Entonces, si lo que se pretende es mantener ocupado el mayor tiempo posible al individuo molesto De ahí viene a freír churros (lo que es más lógico) porque también hay que quitarlos rápidamente, luego de colocados en aceite caliente.

También se le puede mandar al carajo, a cagar a la vía (con la secreta esperanza de que el tren le arrolle en plena faena), al cuerno, y otras mil maneras consagradas por el humor popular, fecundo en esto como en tantos otros aspectos.


Talón de Aquiles
Es el punto vulnerable o débil de algo o de alguien

Se llama talón o tendón de Aquiles al tendón grueso y fuerte que une el talón con la pantorrilla.
Y se le llama así porque era el único punto vulnerable en la anatomía del héroe griego Aquiles.

Según la mitología clásica, Aquiles -mortal por parte de padre- fue sumergido en la laguna Estigia para que su cuerpo quedara inmune a toda herida. Pero como Tetis -su madre- lo sujetaba por esa parte del cuerpo al bañarlo en las aguas, fue la única zona de su cuerpo que no se mojó y, por lo tanto, el único lugar de su cuerpo por donde podía recibir daño, como así ocurrió. El troyano Paris le dio muerte al lanzarle una flecha envenenada al talón.


Tío Sam

¿De dónde proviene el TÍO SAM, símbolo estadounidense, reconocido por el Congreso de los EE.UU. en 1961? En 1812, durante la 2ª guerra entre los EE.UU. y Gran Bretaña, Samuel Wilson, un inspector que aprovisionaba de carne al ejército, imprimió en los barriles de salazón las iniciales U.S. (United States) En broma, los soldados lo interpretaron como Uncle Sam. (Tío Sam en inglés).


@
En la Edad Media se usaba como una abreviatura de la preposición "ad" (en). En los primeros sistemas de correo electrónico @ se utilizó por varios motivos: porque era un signo muy reconocible, porque ya se usaba en la informática y porque estaba en los conjuntos básicos de caracteres. Así "fulano@acme.com" se lee "Fulano en la compañía acme".


S.O.S.

En 1912 (tres meses después del hundimiento del Titanic), las letras "SOS" fueron instituidas como la llamada internacional de auxilio. La Organización Marítima Internacional precisó que las letras no son abreviatura de la frase "Save Our Souls" (Salvad nuestras almas) ni tienen otro significado especial. Los "tres puntos-tres rayas-tres puntos" (· · · - - - · · ·) "son fáciles de recordar y de transmitir en código Morse en el cual S=". . ." y O="- - -".


Poner los puntos sobre las íes

Cuando en el siglo XVI se adoptaron los caracteres góticos era fácil que dos íes se confundieran con una "u". Para evitarlo se colocaban unos acentos sobre ellas y la costumbre se extendió hasta la "i" sencilla.


MayDay

¿Por qué los barcos y aviones usan esta palabra para pedir ayuda?, ¿tiene algo que ver con algún día del mes de mayo? No, Esta palabra es un anglicismo de la llamada de ayuda en francés "m'aider" (la pronunciación es similar pero no idéntica). Su uso fue aceptado por la Convención Internacional de Radio y Telégrafo de 1927.


OK

Ésta es de las palabras más usadas y de las que hay más controversia sobre su origen. Una de la teorías más conocidas dice que durante la guerra civil en Estados Unidos, cuando regresaban las tropas a sus cuarteles sin tener ninguna baja, ponían en una gran pizarra '0 Killed' (cero muertos). De ahí proviene la expresión 'O.K.' para decir que todo está bien.

Otra versión es que proviene del "Club OK", que respaldaba en 1840 la reelección del presidente norteamericano Martin Van Buren, conocido como "Old Kinderhook" (nacido en Kinderhook, Nueva York).

Sin embargo, parece que el verdadero origen está en varios artículos aparecidos en 1839 (años antes de la guerra civil y un año antes del Club OK) en el periódico Boston Post en los que para llamar la atención se escribe erróneamente OK como abreviatura de "all correct".


Spam

Normalmente se le dice SPAM a los correos (e-Mails) enviados a miles de direcciones indiscriminadamente y al mismo tiempo.
SPAM es una marca comercial de un preparado enlatado de carne de cerdo molida (Spiced Ham).
La aplicación del término a Internet proviene de un sketch de los Monthy Python, donde dos personajes entran a un restaurante que sirve SPAM en todos los platos, haciendo que la palabra SPAM se repita más de cien veces en el sketch.


Todos los caminos conducen a Roma
Lo usamos para expresar que existen diversas maneras de llegar a un mismo fin

La expresión se creó en el apogeo del Imperio Romano. Roma, como capital del Imperio y centro del mundo, se rodeó de una serie de vías que, partiendo de ella, llegaban a todos los confines de su territorio.
Los romanos fueron unos grandes constructores de obras públicas y todavía se conservan restos de sus famosas vías.
La más célebre y más antigua es la vía Appia construida en el 312 a. C., que iba de Roma a Brindisi.
Otras vías son: la vía Aurelia, la vía Flaminia, la vía Ostiensis, la vía Triomphale.


A Dios rogando y con el mazo dando

1. A Dios rogando y con el mazo dando. El español utilizado en esta frase parece un poco anticuado, pero es que así, suena mejor (es decir, rima, cómo si fuese una mini-poesía).

2. Reza pero sigue remando. Este caso es más claro y como dicen los españoles, no rima pero es verdad.

Ambas frases tienen el mismo significado: si alguna vez te pasa algo malo, está muy bien que te encomiendes a Dios, que empieces a rogarle, a pedirle, rezando, que no te pase nada malo, que te saque de esa situación, pero, si de verdad quieres salir, por si acaso pídele también ayuda a alguien más terrenal (de la Tierra, humano) o trabaja para solucionar el problema. No te quedes de brazos cruzados mientras esperas que venga Dios y a través de un milagro solucione todos tus problemas. Si Dios, cuando va a ayudarte, te encuentra trabajando o esforzándote por salir de esa situación, seguro que te ayuda más que si no lo haces.

El origen que describe muy bien el significado y uso de estas frases es el siguiente:
Dicen que un día iba un hombre por un camino con un carro lleno de comida y de repente, el carro se rompió, sin posibilidad de llegar a destino. El carretero (el dueño del carro) se quedó mirando su carro allí parado en el camino y de repente tuvo la suerte de encontrarse con San Bernando que, cosas de la vida, iba paseando por allí. Entonces, el carretero le rogó al santo que le pidiese a Dios que reparase su carro para que pudiese continuar su camino, a lo que San Bernardo respondió: "yo rogaré a Dios por ti, amigo mío, pero mientras tanto, coge un mazo y empieza a reparar la rueda rota del carro".
Es posible que alguna vez un milagro nos saque de un apuro, pero por si acaso y mientras tanto, hagamos todo lo posible para solucionarlo nosotros con nuestro esfuerzo y trabajo.


Cabeza de chorlito

Se utiliza para llamar a alguien torpe, bruto, inconsciente o tonto. "Es un cabeza de chorlito".
Esta expresión se dijo por lo reducido de la cabeza de este ave zancuda: el chorlito es un pájaro pequeño, de patas largas y cuello tan robusto que apenas se distingue dónde acaba éste y dónde empieza la pequeña cabeza. Dando incluso la impresión de que entre el cuello y el pico no existiera cabeza.
Su comportamiento poco inteligente (construye sus nidos en el suelo) y su saltarina forma de andar, completaron la imagen a la que esta locución del siglo XVIII alude.


Lágrimas de cocodrilo

El llanto de aflicción del cocodrilo es una invención del hombre para poner en palabras sus propios sentimientos.
Verdad es que del saco lacrimal de esos reptiles sale un líquido que bien puede ser considerado llanto. Pero éste no es el resultado de la tristeza, sino del esfuerzo. Por carecer de aparato masticatorio, el cocodrilo no puede reducir a trozos sus bocados, que llegan a veces al tamaño de un cordero... o de una persona. La dificultad para tragar los obliga a forzar al máximo las fauces y los músculos de la cabeza. Esa congestión tremenda es la causante de las lágrimas. La acción de llorar mientras se devora con ferocidad una presa ha sido tomada como arquetipo de la hipocresía. Una fábula. Como tantas que dejan mal parados a los bichos que nos rodean. Y que se aplica con mucha propiedad a algunos seres humanos.


Se armó la gorda
Estalló un conflicto que se veía venir, que estaba latente

La frase alude a un golpe militar que destronó en setiembre de 1868 a la reina Isabel II de España, obligándola a irse de Paris. Claro que el golpe fue muy anunciado, con varias revueltas de marinos y artilleros, en Cádiz y Madrid. Ante cada revuelta los humoristas españoles decían "se va a armar la Gorda". Hasta que realmente se armó. Los militares insistieron en que su golpe era la "Gloriosa", pero popularmente quedó bautizada como La Gorda.






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