(cOsAsDiveRTIdAs:155310) Instrumentos de Tortura de la Inquisicion

 


 Instrumentos de Tortura de la Inquisición  

Mujeres, hombres, niños, culpables ó inocentes, en público ó en la más silenciosa intimidad, ninguno estaba a salvo de caer en sus manos.
Se valían de estos artefactos para causar dolor y finalmente, una muerte lenta, agonizante y segura.
 



APLASTACABEZAS 

 

El aplastacabezas es un instrumento de tortura aplicado en la edad media en Europa, por la inquisición y destinado a reventar los huesos del cráneo. 
La maquina denominada "Aplasta cabezas" estaba compuesta por dos barras de hierro forjado, y en cada punta, tornillos con el principio de prensa o morsa. 
La barbilla de la víctima se colocaba en la barra inferior, y el casquete era empujado hacia abajo por el tornillo. Los efectos de este proceso son evidentes. Primero, se destrozan los alvéolos dentarios, después las mandíbulas, y luego el cerebro se escurre por la cavidad de los ojos y entre los fragmentos del cráneo.
 


APLASTAPULGARES 

 

La tortura en sí consistía en el aplastamiento de uñas, falanges y nudillos en forma lenta y progresiva, extendiendo el dolor durante días sin provocar daño mortal a la víctima. 
El nivel de desgarramiento podía ser controlado hasta el punto de provocar prácticamente la mutilación del miembro.
 


EL ARAÑADO O UÑA DE GATO 

 

El arañado era la versión femenina de la uña de gato. Este instrumento consistía en un trozo de hierro en rodillo con filo en forma de tenedor, y se colocaba en los pechos. Esta tortura era exclusiva de las mujeres. Las uñas de gato, en cambio, eran grandes como cuatro dedos de hombre, iban montados encima de un mango y se usaban para reducir a tiras la carne de la víctima y extraerla de los huesos en cualquier parte del cuerpo. 


BOTA MALAYA 

 

La bota malaya es un artilugio con forma de bota de madera con un mecanismo de prensado. Al girar la palanca, la bota se va encogiendo por dentro, aplastando el pie de la victima. El resultado final son los huesos del pie rotos y terribles dolores. 


CIGÜEÑA 

 

La cigüeña, en sí, es un aparato hecho de hierro que sujetaba al condenado por el cuello, manos y tobillo, y lo sometía a una posición incómoda que provocaba calambres en los músculos rectales y abdominales, y a las pocas horas de todo el cuerpo. 
La víctima que estaba sujeta a este instrumento sufría de calambres de diferente magnitud, en este orden: primero en los abdominales y rectales, luego en los pectorales, cervicales y en las extremidades. Al cabo de unas horas, el dolor se volvía insufrible y continuo, sobre todo en abdomen y recto. Mientras se sufrían los terribles dolores el condenado podía ser quemado, mutilado o golpeado.
 


CEPO 

 

En épocas históricas pasadas, se empleaba una forma de cepo, usada como instrumento de tortura, en el que la víctima quedaba inmovilizada de pies y manos. Cuando se trataba de un castigo, el cepo se encontraba generalmente en la plaza del pueblo, para exponer al reo, servir de escarnio y someterlo a todo tipo de vejaciones, como el ser golpeado, escupido, insultado. En ocasiones, la plebe incluso orinaba y defecaba sobre el condenado o le arrojaban comida podrida. 


CINTURÓN DE CASTIDAD 

 

Un imperecedero mito popular , aunque recogido en publicaciones académicas , mitifica el uso de este aparato. La opinión tradicional es que el cinturón de castidad se usaba para garantizar la fidelidad de las esposas durante largas ausencias de los maridos , y sobre todo nadie sabe por qué, ya que no hay evidencias documentales que den soporte a tal idea de las mujeres de los Cruzados que partían a Tierra Santa 


CINTURÓN DE SAN ERASMO 

 

El cinturón de San Erasmo consiste en un collar, cinturón o brazalete provisto de pinchos en la cara interior y que se le pone al reo. Con cada pequeño movimiento (incluso la respiración) el collar araña e hiere la carne. 
El proceso de tortura es progresivo: en primer lugar, un dolor lacerante. Posteriormente se produce la infección, tras la cual se llega a la putrefacción y tras ésta, una gangrena que puede causar la muerte. El torturador puede añadir, a su criterio, gusanos carnívoros en las llagas que se introducen en la carne royendo hacia el interior.
 


COLLAR DE PÚAS 

 

Está provisto de pinchos en todos los lados. El instrumento de la fotografía pesa más de cinco kilos, se cerraba en el cuello de la víctima, y a menudo se convertía en un medio de ejecución: la erosión hasta el hueso de la carne del cuello, hombros y mandíbula, la progresiva gangrena, la infección febril y la erosión final de los huesos, sobre todo de las vértebras descarnadas conducen a una muerte segura, atroz y rápida. 
Aparte de esto, el collar presentaba la ventaja de economizar tiempo y dinero: su función es pasiva y no requiere el esfuerzo, ni por tanto el pago, de un verdugo; "trabaja" por sí mismo, día y noche, sin descanso, sin problemas y sin manutención. Por ésta razón todavía es usado por la policía en muchas partes, no sólo del Tercer Mundo.
 


CUNA DE JUDAS 

 

Consiste en una pirámide puntiaguda, sobre la cual se alza a la víctima para después dejarla caer una o varias veces, de modo que la punta topara con la zona genital o anal con mayor o menor presión dependiendo de cómo evolucionara la confesión. 
Era utilizado en Europa en tiempos de la Inquisición siendo conocido con el mismo nombre (alusivo al apóstol traidor) en inglés (Judas Cradle; también, Judas Chair), alemán (Judaswiege) e italiano (Culla di Giuda). También es conocido con el nombre de Vigía (en portugués), Veglia (en italiano) o Veille (en francés), es decir, «vigilia», pues el condenado era dispuesto de tal manera que si se dormía y relajaba el cuerpo, caía sobre la punta hiriente del instrumento.
 


DESGARRADOR DE SENOS 

 

El desgarrador de senos es un instrumento de tortura con forma de tenaza acabado en cuatro afiladas puntas, utilizado ya durante el Imperio romano y posteriormente por la Inquisición en Europa. 
La tortura consistía en aplicar las cuatro puntas estando al rojo vivo o frías sobre los senos, desgarrándolos. 
Los lugares donde más uso se hizo, aunque en diferentes épocas, fueron algunas regiones de Francia y Alemania hasta el siglo XVIII. 
Aplicado durante varios siglos, un número indeterminado de mujeres que fueron condenadas por delito de herejía, blasfemia, adulterio, aborto provocado, otros “actos libidinosos”, magia blanca erótica y algún delito más, padecieron este tormento en sus senos. 
Un caso famoso fue el de Ana Pappenheimer (acusada de brujería en Alemania, en 1600), que después de ser torturada con el instrumento, tuvo que sufrir el despellejamiento y rasgamiento de sus carnes; le seccionaron sus pechos y, una vez ensangrentados, fueron dados a comer de manera forzosa a sus hijos, que ya eran mayores.
 


DONCELLA DE HIERRO 

 

La doncella de hierro fue un instrumento supuestamente utilizado para la tortura y ejecución. Posiblemente la primera doncella de hierro fue construida en Nuremberg, Alemania. Al parecer, la primera persona ejecutada por este medio fue un falsificador de monedas, el 14 de agosto de 1515 según afirmó Johann Philipp Siebenkees en 1793 aunque la veracidad de este hecho se halla en entredicho. 


EMPALAMIENTO 

 


El empalamiento es un método de postura y ejecución donde la víctima es atravesada por una estaca. La penetración puede realizarse por un costado, por el recto, la vagina o por la boca. La estaca se solía clavar en el suelo dejando a la víctima colgada para que muriera. 

En algunos tipos de empalamiento, la estaca no se afilaba y se insertaba evitando la muerte inmediata de manera que funcionara como tapón para que la víctima no se desangrara y así prolongar la agonía, que podía llegar a durar hasta tres días. Una manera de realizar esta muerte gradual sería insertando el palo por el recto atravesando el cuerpo hasta que salga por el hombro derecho sin dañar así el corazón.
 


FLAUTA DEL ALBOROTADOR 

 

La flauta del alborotador era un instrumento de tortura de origen italiano, que utilizaba la Santa Inquisición en los siglos XVII y XVIII para casos de blasfemia. Se solía usar de forma pública. El collar se cerraba por detrás el cuello, y los dedos eran colocados entre las barras de hierro, que eran apretadas por el verdugo a voluntad llegando a todo tipo de heridas en los dedos, hasta el aplastamiento de carne, huesos y articulaciones. Se imponía para castigar delitos menores: conflictividad, blasfemia en primer grado, insultos, alteración del orden público, etc. 


GOTA CHINA 

 

La llamada «gota china» es un método de tortura psicológica que consistía en inmovilizar a un reo en decúbito supino (tumbado boca arriba), de modo que le cayera sobre la frente una gota de agua fría cada 5 segundos. Después de algunas horas, el goteo continuo provocaba daño físico en su piel (similar a las yemas de los dedos luego de un baño de inmersión). 
Pero la verdadera tortura para la víctima era la locura que le provocaría el no poder dormir, debido a la constante interrupción de las gotas, ni tampoco poder beber esa agua cuando la sed atacara, con lo cual a los pocos días sobrevenía la muerte por paro cardíaco.
 


GARROTE VIL 

 

El garrote de forma evolucionada, consistía en un collar de hierro que, por medio de un tornillo, con una bola al final retrocedía produciendo la muerte al reo por la dislocación de la apófisis de la vértebra axis sobre el atlas en la columna cervical, es decir, se le rompe el cuello a la víctima, que muere de esta manera rápidamente. 


PERA DE LA ANGUSTIA 

 

La pera de la angustia era un instrumento de tortura consistente en un objeto metálico con forma de pera que era introducido en la vagina de la víctima. Una vez en el interior, se abría, produciendo numerosos desgarros en el útero a los que muy pocas mujeres lograban sobrevivir. 
Se aplicaba en la Edad Media a aquellas mujeres de las que se decía que habían tenido relaciones sexuales con Satanás o con alguno de sus familiares.
 


POTRO 

 

El condenado era atado de pies y manos a una superficie conectada a un torno. Al girar el torno tiraba de las extremidades en sentidos diferentes, usualmente dislocándolas pero también pudiendo llegar a desmembrar. 


SIERRA 

 

La sierra es un método de tortura y muerte utilizado desde tiempos bíblicos. Para mantener a la víctima consciente el mayor tiempo posible, además de evitar que se desangrase antes de tiempo, le colgaban boca abajo, de forma que su cerebro estuviera bien irrigado. Mientras, el verdugo comenzaba a serrar al condenado desde el ano o los genitales verticalmente hacia el abdomen, de tal forma que no perdía el conocimiento hasta que la sierra llegaba al ombligo y algunas veces hasta al pecho. 


GARRUCHA 

 

El tormento consistía en atar las manos del condenado a la espalda, y tras esto, izarlo lentamente mediante una polea, normalmente situada en el techo. Luego se le dejaba caer con violencia, pero sin que llegara a tocar el suelo. La maniobra solía significar la dislocación de las extremidades superiores del condenado. Si el peso del cuerpo no fuera suficiente se podía añadir, colgándolo de los pies, un peso adicional. 
En Italia esta tortura recibía el nombre de tratti di fune o strappado, y a ella fueron sometidos, por ejemplo, Savonarola y Jaime de Montesa, antes de ser quemado en la hoguera bajo la acusación de ser un hereje, y de ser decapitado por judaizante, respectivamente.
 


TORO DE FALARIS 

 

El toro de Falaris es un instrumento de tortura cuya invención se atribuye a Falaris, tirano de Agrakas, que murió en el año 554 a. C. La leyenda cuenta que su diseñador Perillos, murió siendo introducido en su propia creación por los subordinados de Falaris. 
Los ajusticiados se introducían en el interior de una efigie de bronce hueca con forma de toro. La efigie se colocaba encima de una hoguera, con lo que la temperatura del interior aumentaba como en un horno. Los alaridos y los gritos de las víctimas salían por la boca del toro, haciendo parecer que la figura mugía.
 

 

 
 
 


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