(cOsAsDiveRTIdAs:160639) EL TANGO COMO TERAPIA

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Y esto no se llama  "Tangoterapia"  ?
 de la comprensión mutua."

Como veo que te gusta tanto el tango, te mando este artículo que es muy real. Bailar tango relaja y llena el alma de chispitas. Si hasta parece que uno se enamora del compañero que te toca en ese momento.
Me estoy por anotar otra vez en uno de esos cursos, hace rato que no bailo y no quiero que se me pongan duras las "tabas" (piernas, en lunfardo).
 
EL TANGO COMO TERAPIA 
 

 

 

 

Al final del tangazo.. todo pasión...el abrazo y el beso manifestación inequívoca del "sentimiento" 

 

 

 

 

Desde hace algunos años, se han puesto de moda las terapias alternativas.

 

Esta expresión abarca toda clase de procedimientos y ejercicios,

no sólo para curar enfermedades,

sino para ayudar a mantener la salud.

 

En realidad no hay nada nuevo en esta búsqueda de terapias.

 

Therapéio, significaba para los griegos cuidar, asistir.

 

Ese pueblo lleno de sabiduría,

había comprendido la importancia de ayudarnos a sentirnos bien,

o al menos a soportar mejor nuestras penas y dificultades.

 

El gran Aristóteles prescribía varias terapias

para aliviar el sufrimiento existencial.

 

Con más realismo, proponía otros medios:

 

Ante todo, el llanto, que continúa siendo un recurso universal. 

 

Después indicaba los ejercicios, baños y masajes,

que al reconfortar el cuerpo, alivian también al alma.

 

El tango, con su variedad de formas y posibilidades,

se nos presenta como una terapia que

abarca todo lo propuesto por Aristóteles:

 

Como obra de arte, plena de belleza,

nos enriquece y nos provee de un alimento espiritual

que muchas veces, es el que más falta nos está haciendo.

 

Resulta propicio también para facilitarnos el llanto,

el desahogo necesario de nuestras penas

que solemos reprimir tanto voluntaria como involuntariamente,

pero que fluye sin falsos pudores cuando nos emociona

la música de Piazzolla o la voz de Gardel.

 

Si consideramos la terapia física,

hoy vuelve a estar de moda bailar el tango,

y abundan los lugares para aprenderlo y practicarlo,

disfrutando además de su estimulante toque de erotismo.

 

 

Vayamos al Boliche o al Club, a estar un rato con los amigos,

confortados por la música de Troilo, o ensillemos un mate en soledad,

mientras escuchamos reflexivamente lo que Discépolo tiene que decirnos,

y el tango nos proporcionará la terapia que necesitamos.

Conrado De Lucía

 

 

Publicado en el Nº 7 de la Revista "Bondiguía"

Enviado por la más grande admiradora de Argentina y del Tango

 

 

 

                  
   

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