Cosas Divertidas

El Ming Gua #4 también se encuadra dentro del elemento Madera, al igual que el #3, pero su naturaleza es diferente. El #3 se representaba por un grueso tronco de árbol, el #4, en cambio, se representa mediante una flor, una planta pequeña o una enredadera. Las cualidades de crecimiento y tenacidad de la Madera están presentes, pero la expresión es más sutil y delicada.

En el lado positivo, el #4 es el más romántico de todos los Ming Gua. Son atractivos, agradables y de buena presencia. Inteligentes, gustan de cultivarse y les resulta fácil aprender. También resuelven bien las situaciones que se les presentan, con creatividad y flexibilidad. Son amigables, sociables, buenos conversadores. En el ámbito de las amistades y los romances, se desenvuelven con mucha destreza. De mente abierta, no prejuzgan a las personas sino que se toman su tiempo para entenderlas y comprender sus actos antes de emitir un juicio.

Uno de los aspectos más negativos del #4 es su falta de persistencia. Comienza cosas que nunca termina, o se fastidia a mitad de camino de algo y lo abandona sin más. En ocasiones, se abandona también a los puntos de vista ajenos sin considerar o elaborar los propios. Algunos #4 se vuelven muy dependientes con sus amigos o parejas, endosándoles su bienestar emocional y hasta físico.

Los #4 suelen tener una buena autoestima pero a veces la transforman en soberbia. Se ponen en un pedestal, en un lugar de superioridad y eso los obliga a cuidar su imagen en exceso. Eluden las cosas en las que no logran sobresalir como quisieran y aunque mantienen una fachada amistosa, ponen distancia con los demás para mantener a salvo su ego. Son inteligentes, hábiles y tienen muchos recursos, pero puede jugarles en contra la tendencia a soñar despiertos en demasía. Así, se desconectan de la realidad y toman actitudes y decisiones poco convenientes y prácticas.

1) Eres un romántico y todo lo relativo al romance te apasiona y te atrae. Tu encanto, inteligencia y sofisticación te hacen atractivo ante los demás.

2) El riesgo está en que busques el romance por el romance mismo y te olvides de cultivar tus relaciones para llevarlas a un nivel más profundo de realización y entendimiento.

3) Por esta misma afición al romance puede que te resulte difícil saber cuándo decir no. Asi, puedes terminar involucrado/a en relaciones no del todo convenientes para ti.

4) Digamos que no eres precisamente un modelo de fidelidad. Si bien en una relación puedes ser amoroso y atento, las tentaciones te pueden.

5) Debes aprender a valorar con más realismo las situaciones que se te presentan para decidir en conciencia cuándo están involucrados sentimientos profundos y cuándo no.