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domingo, 30 de junio de 2013* Los Cubanos
Mi madre era dueña de una casa en Acapulco que mi padre nos habia Heredado pero por falta de dinero tuvo que rentarlo a una familia que venia de Cuba, al parecer eran buenas personas. Ellos vivieron en mi casa un año, en el cual pasaron cosas extrañas ya que el señor era espiritista y tenia sesiones todas las noches.
Un día comentaron que tenían que irse, mi madre no se opuso pero antes de marcharse sin ninguna razón aparente le advirtieron que tuviera cuidado.
Pasados dos dias de su marcha, decidimos quedarnos a dormir en la casa, cosa que me daba escalofrios, pues había tenido sueños horribles, que más tarde se hicieron realidad.
Esa noche me levanté a beber y mi sorpresa fue que en la sala había un hombre sentado que de inmediato desapareció, al regresar a mi cama, me detuve en la puerta al escuchar a dos personas discutir pero cuando miré a ver, me encontré con dos gatos negros que se dirigían al cuarto de mi madre. Mi madre me aseguraba que no había visto nada.
Después del suceso, mi madre vendió la casa.
Un día comentaron que tenían que irse, mi madre no se opuso pero antes de marcharse sin ninguna razón aparente le advirtieron que tuviera cuidado.
Pasados dos dias de su marcha, decidimos quedarnos a dormir en la casa, cosa que me daba escalofrios, pues había tenido sueños horribles, que más tarde se hicieron realidad.
Esa noche me levanté a beber y mi sorpresa fue que en la sala había un hombre sentado que de inmediato desapareció, al regresar a mi cama, me detuve en la puerta al escuchar a dos personas discutir pero cuando miré a ver, me encontré con dos gatos negros que se dirigían al cuarto de mi madre. Mi madre me aseguraba que no había visto nada.
Después del suceso, mi madre vendió la casa.
Yulia
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