llueve, tras los cristales llueeeeveee.... Tiempo loco diría mi viejo.
Ya sé que lo que sigue es largo, pero es divertido y muy entretenido. Lo saqué del fb, aunque la autora no pone su nombre, sino un alias: la cuarentona. Si lo llegan a compartir, aclaradlo, por favor.
Abrazuqueos pa todo el mundo!!!!!
Relaciones Peligrosas
Love, is a many splender thing…y todos lo necesitamos en mayor o menor medida. Según el diccionario es un "Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser." La idea de incompletud y con ella la asociación automática al deseo de ser completados es, a mi entender, lo que hace que muchas veces nos encontremos atrapados en vínculos que nos hacen sufrir, y aún así, no logramos abandonar.
La convicción de que pasando de media naranja a naranja entera hallaremos la felicidad anhelada nos hace muchas veces percibir a un ácido limón como una dulce naranjita y llevarnos asì el chasco de nuestras vidas.
El otro día, en una reunión de amigas en la que compartimos vino y penas, conocí una mujer cuya historia da cuenta de lo peligroso que puede resultar esta distorsión perceptiva. Mariel, así la llamaré, de 50 años, linda mujer, buena persona, con una historia previa de malas elecciones sentimentales que la llevaron a tener una gran vulnerabilidad emocional, conoció a un "Luis", perfecto exponente de la canción de los Twist, "amante de profesión, rubias, morenas, pelirrojas, a todas doy mi amor". Por supuesto que al momento de comenzar la relación con él ella no estaba persuadida de la gran capacidad amatoria de este hombre, aunque mirándolo retrospectivamente, el hecho de que fuera casado e infiel crónico le tendría que haber dado una pista.
Según nos contara la pobre Mariel, el tal Luis era un hombre promedio, 60 años bien llevados, pero ni muy alto, ni muy lomudo, ni muy lindo, ni muy feo, del montón bah, quién lo viera por la calle jamás sospecharía que se estaba cruzando con un depredador emocional sudamericano. Tampoco contaba, parece ser, con un equipamiento viril fuera de serie, un estándar-small aceptable. Pero el secreto del éxito de Luis era que dominaba como pocos una técnica especial para estimular la zona erógena más sensible de la mujer, el oído, a través de un uso magistral de la palabra. En mi barrio le dirían chamuyero.
Además en sus ratos libres practicaba pesca deportiva por lo que contaba con un gran entrenamiento en la táctica y la estrategia para lograr que la pieza deseada muerda su anzuelo.
Contaba además con una buena posición económica, mucho tiempo libre en el que a través de su computadora el pescador Luis navegaba por los sitios donde la gente busca encontrar el amor, o por lo menos algo que se le parezca.
Y Mariel picó unos cuantos años atrás, convirtiéndose en su "novia", así le gustaba a Luis llamar a sus amantes, recordemos su gran capacidad manipulativa con el uso de la palabra.
La mayor habilidad de este pescador de mujeres era su alta sensibilidad para captar la vulnerabilidad del otro y ahí entrar a cubrir su necesidad. ¿Qué necesita una mujer que se siente sola y atrapada en un mal matrimonio creyendo que no tiene salida? Un hombre que le de bola, que la haga sentir única, especial, querida, deseada, que le de la otra mitad de la naranja. ¡Error! En realidad necesita una buena terapia que le haga ver que ella no es mitad de nadie, que es una unidad en si misma y que puede pasarla genial en la frutera junto a todas las otras naranjas enteras, disfrutando CON el otro y no A TRAVES del otro. Pero el error de Mariel es uno de los más habituales que cometemos, mayoritariamente, las mujeres.
Bien, entonces Luis creó un "mundo único para ellos dos", le mandó mensajitos de texto de la mañana a la noche con declaraciones amorosas, eróticas, románticas, le dijo que "nunca se había sentido asì con nadie", la llevó a lugares especialmente elegidos para ellos, le dedicó tiempo, atención, la mimó, la halagó y la hizo feliz. Perfecto!, pensé mientas la escuchaba se viene el happy end…pues no! Al poco tiempo al pescador lo pescaron con otras novias y cayeron cenizas en el paraíso. Pero Mariel no podía creer que había vivido una mentira y volvió a morder el anzuelo y perdonó, nuevamente bajo la manipulación del hábil Luis que la convenció de que las otras eran intrascendentes y que la elegida era ella.
Así pasaron los años, yendo y viniendo, descubriendo mentiras y volviendo a creer, enamorándose Mariel cada vez más de este novio donjuanesco, ¿Por qué? Si le mentía y la engañaba, ¿por qué Mariel no era capaz de comprender el trato de Luis como maltrato? Por la mágica sensación que se crea cuando uno siente que es el otro quien le da la felicidad, lo completa, lo hace único.
Parece ser que Luis con los años se fue volviendo descuidado y como a todo pescador algún bicho se le coló, y en la pesca del día se le enganchó una descompensada que no tomó tan bien el asunto de descubrir que no era la única. La loca se puso en acción y elaboró una lista con los nombres de las victimas y se la hizo llegar a Mariel que ostentaba el puesto de victima permanente y no ocasional.
Con información cruzada entre esa lista y otros datos Mariel dio con una de las intrascendentes, la que había estado con él la última vez que ellos se habían alejado, antes de que volviera a aceptarlo otra vez.
Resultó ser una buena persona, un poco más joven que ella, pero con características similares. Charlaron y la instrascendente le contó que la relación de ellos había durado tres meses, de los cuáles comparando fechas dedujeron que él último mes prácticamente lo compartieron.
La intrascendente también le contó que con ella había creado un mundo único para los dos, también recibía mensajitos con la misma intensidad, exactamente las mismas palabras y declaraciones, que a ella también la había llevado a ese lugar especial que Mariel creía que era solo de ellos, que a ella también le decía que nunca había conectado así con nadie, que hasta los detalles más íntimos y privados eran una réplica exacta, y que además de estar con un mentiroso, manipulador y mujeriego Luis era poco creativo. Tenía un repertorio único que repetía con todas sus adquisiciones.
Pobre Mariel quedó devastada. La intrascendente tuvo una gran empatía con ella y le dio la tarjeta de su psicóloga para que en forma urgente busque ayuda y se libere de esta relación denigrante.
Ojalá lo haga. Y yo creo que el pescador seguirá pescando, tal vez presas que requieran menos habilidad, los años no vienen solos y los diferentes tipos de peces requieren diversos métodos para una captura adecuada y él cuenta con uno solo, pero hay mucha agua por explorar aún…
Love, is a many splender thing…y todos lo necesitamos en mayor o menor medida. Según el diccionario es un "Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser." La idea de incompletud y con ella la asociación automática al deseo de ser completados es, a mi entender, lo que hace que muchas veces nos encontremos atrapados en vínculos que nos hacen sufrir, y aún así, no logramos abandonar.
La convicción de que pasando de media naranja a naranja entera hallaremos la felicidad anhelada nos hace muchas veces percibir a un ácido limón como una dulce naranjita y llevarnos asì el chasco de nuestras vidas.
El otro día, en una reunión de amigas en la que compartimos vino y penas, conocí una mujer cuya historia da cuenta de lo peligroso que puede resultar esta distorsión perceptiva. Mariel, así la llamaré, de 50 años, linda mujer, buena persona, con una historia previa de malas elecciones sentimentales que la llevaron a tener una gran vulnerabilidad emocional, conoció a un "Luis", perfecto exponente de la canción de los Twist, "amante de profesión, rubias, morenas, pelirrojas, a todas doy mi amor". Por supuesto que al momento de comenzar la relación con él ella no estaba persuadida de la gran capacidad amatoria de este hombre, aunque mirándolo retrospectivamente, el hecho de que fuera casado e infiel crónico le tendría que haber dado una pista.
Según nos contara la pobre Mariel, el tal Luis era un hombre promedio, 60 años bien llevados, pero ni muy alto, ni muy lomudo, ni muy lindo, ni muy feo, del montón bah, quién lo viera por la calle jamás sospecharía que se estaba cruzando con un depredador emocional sudamericano. Tampoco contaba, parece ser, con un equipamiento viril fuera de serie, un estándar-small aceptable. Pero el secreto del éxito de Luis era que dominaba como pocos una técnica especial para estimular la zona erógena más sensible de la mujer, el oído, a través de un uso magistral de la palabra. En mi barrio le dirían chamuyero.
Además en sus ratos libres practicaba pesca deportiva por lo que contaba con un gran entrenamiento en la táctica y la estrategia para lograr que la pieza deseada muerda su anzuelo.
Contaba además con una buena posición económica, mucho tiempo libre en el que a través de su computadora el pescador Luis navegaba por los sitios donde la gente busca encontrar el amor, o por lo menos algo que se le parezca.
Y Mariel picó unos cuantos años atrás, convirtiéndose en su "novia", así le gustaba a Luis llamar a sus amantes, recordemos su gran capacidad manipulativa con el uso de la palabra.
La mayor habilidad de este pescador de mujeres era su alta sensibilidad para captar la vulnerabilidad del otro y ahí entrar a cubrir su necesidad. ¿Qué necesita una mujer que se siente sola y atrapada en un mal matrimonio creyendo que no tiene salida? Un hombre que le de bola, que la haga sentir única, especial, querida, deseada, que le de la otra mitad de la naranja. ¡Error! En realidad necesita una buena terapia que le haga ver que ella no es mitad de nadie, que es una unidad en si misma y que puede pasarla genial en la frutera junto a todas las otras naranjas enteras, disfrutando CON el otro y no A TRAVES del otro. Pero el error de Mariel es uno de los más habituales que cometemos, mayoritariamente, las mujeres.
Bien, entonces Luis creó un "mundo único para ellos dos", le mandó mensajitos de texto de la mañana a la noche con declaraciones amorosas, eróticas, románticas, le dijo que "nunca se había sentido asì con nadie", la llevó a lugares especialmente elegidos para ellos, le dedicó tiempo, atención, la mimó, la halagó y la hizo feliz. Perfecto!, pensé mientas la escuchaba se viene el happy end…pues no! Al poco tiempo al pescador lo pescaron con otras novias y cayeron cenizas en el paraíso. Pero Mariel no podía creer que había vivido una mentira y volvió a morder el anzuelo y perdonó, nuevamente bajo la manipulación del hábil Luis que la convenció de que las otras eran intrascendentes y que la elegida era ella.
Así pasaron los años, yendo y viniendo, descubriendo mentiras y volviendo a creer, enamorándose Mariel cada vez más de este novio donjuanesco, ¿Por qué? Si le mentía y la engañaba, ¿por qué Mariel no era capaz de comprender el trato de Luis como maltrato? Por la mágica sensación que se crea cuando uno siente que es el otro quien le da la felicidad, lo completa, lo hace único.
Parece ser que Luis con los años se fue volviendo descuidado y como a todo pescador algún bicho se le coló, y en la pesca del día se le enganchó una descompensada que no tomó tan bien el asunto de descubrir que no era la única. La loca se puso en acción y elaboró una lista con los nombres de las victimas y se la hizo llegar a Mariel que ostentaba el puesto de victima permanente y no ocasional.
Con información cruzada entre esa lista y otros datos Mariel dio con una de las intrascendentes, la que había estado con él la última vez que ellos se habían alejado, antes de que volviera a aceptarlo otra vez.
Resultó ser una buena persona, un poco más joven que ella, pero con características similares. Charlaron y la instrascendente le contó que la relación de ellos había durado tres meses, de los cuáles comparando fechas dedujeron que él último mes prácticamente lo compartieron.
La intrascendente también le contó que con ella había creado un mundo único para los dos, también recibía mensajitos con la misma intensidad, exactamente las mismas palabras y declaraciones, que a ella también la había llevado a ese lugar especial que Mariel creía que era solo de ellos, que a ella también le decía que nunca había conectado así con nadie, que hasta los detalles más íntimos y privados eran una réplica exacta, y que además de estar con un mentiroso, manipulador y mujeriego Luis era poco creativo. Tenía un repertorio único que repetía con todas sus adquisiciones.
Pobre Mariel quedó devastada. La intrascendente tuvo una gran empatía con ella y le dio la tarjeta de su psicóloga para que en forma urgente busque ayuda y se libere de esta relación denigrante.
Ojalá lo haga. Y yo creo que el pescador seguirá pescando, tal vez presas que requieran menos habilidad, los años no vienen solos y los diferentes tipos de peces requieren diversos métodos para una captura adecuada y él cuenta con uno solo, pero hay mucha agua por explorar aún…
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