(cOsAsDiveRTIdAs:229060) * La respiración del hotel
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sábado, 8 de junio de 2013
* La respiración del hotel
Estaba yo de viaje por cuestiones de estudio. Recuerdo que junto al hotel habia una casa grande pero vieja, con un moño de luto ya viejo en la puerta. Los compañeros con quienes iba (incluyendo mi compañera de habitación) fueron al cine y yo regrese a eso de las 8 p.m al hotel porque debía preparar un ensayo para el dia siguiente.
Estaba sola en la habitación buscando algo bueno en la TV (pues no había radio), cuando de pronto los canales se iban retrocendiendo, yo le cambiaba a un canal y después se retrocedía dos canales; empecé a oír una respiración detrás de mi, los cabellos de mi nuca se crisparon y sentí una sensación fría acompañada de un sudor frío en mi espalda. El sonido se escuchó primero muy tenue y después inundó todo sonido; miré al espejo que estaba frente a mi pero ni vi nada.
Me armé de valor, con los ojos cerrados en voz baja pero clara dije "por favor vete; debo estudiar, necesito estudiar", mi corazón latía rápido. Entonces se dejó de oír la respiracíon y la TV volvió a funcionar con normalidad.
Hasta ahora no puedo entender que sucedió pero les puedo asegurar que por primera vez sentí algo desconocido pero no fue miedo en sí. Para los que vayan a Teziutlan (al norte de Puebla) y gusten quedarse en aquel hotel junto a la terminal de autobuses puede que si están solos escuhen esa respiración que cala los huesos.
Estaba sola en la habitación buscando algo bueno en la TV (pues no había radio), cuando de pronto los canales se iban retrocendiendo, yo le cambiaba a un canal y después se retrocedía dos canales; empecé a oír una respiración detrás de mi, los cabellos de mi nuca se crisparon y sentí una sensación fría acompañada de un sudor frío en mi espalda. El sonido se escuchó primero muy tenue y después inundó todo sonido; miré al espejo que estaba frente a mi pero ni vi nada.
Me armé de valor, con los ojos cerrados en voz baja pero clara dije "por favor vete; debo estudiar, necesito estudiar", mi corazón latía rápido. Entonces se dejó de oír la respiracíon y la TV volvió a funcionar con normalidad.
Hasta ahora no puedo entender que sucedió pero les puedo asegurar que por primera vez sentí algo desconocido pero no fue miedo en sí. Para los que vayan a Teziutlan (al norte de Puebla) y gusten quedarse en aquel hotel junto a la terminal de autobuses puede que si están solos escuhen esa respiración que cala los huesos.
Diana Albatou
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